lunes, 19 de enero de 2015

La canción desarrolla las competencias básicas de los estudiantes

Por Jenny Rocío Salinas Atuesta
       Especialista en Educación


Los contenidos programáticos de las diferentes instituciones educativas de básica primaria y secundaria se ajustan al desarrollo de áreas que son fundamentales en la formación del estudiante, pero no son suficientes para desarrollar la creatividad y la expresión. Es por esto,  que en este pequeño escrito, hablaré de la forma como la música ayuda a desarrollar las competencias básicas en los estudiantes.


En el seminario “Potenciación creativa a través de la música” que fue dictado en la Universidad Andrés Bello, por Egidio Contreras, se habló de la importancia que tiene el sonido e incluso la voz materna para alcanzar un  óptimo desarrollo cerebral de  los menores en su primera infancia.

Durante el desarrollo de este evento académico, se hizo alusión a Kodaly, quien decía respecto al tema,  que la canción popular era la lengua materna musical del niño y que la misma forma en que éste aprende a hablar, debe aprender a cantar de pequeño.


El canto en general y la canción en particular, es una de las primeras manifestaciones musicales de la humanidad, con la que se ha querido expresar situaciones, sentimientos y emociones.

La relación que existe entre las competencias básicas y la música nos demuestra que el niño efectivamente desarrolla a través de la práctica vocal muchas habilidades que le permiten desenvolverse con mayor facilidad en diferentes campos de su vida personal, estudiantil y social. Al respecto, Egidio Contreras, enfatiza en que estudios actuales coinciden en que la música supone un estímulo de alto impacto constructivo en el desarrollo del cerebro del niño, sobre todo cuando se emplea sistemáticamente de manera frecuente e intencionada.


En primer término,  vemos que la música y la canción, contribuye positivamente en el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística ya que la canción posee un componente de la comunicación toda vez que las composiciones expresan un mensaje con palabras que se transmiten de unos a otros,  y los niños al cantarla se están apropiando y lo están aplicando dentro del contexto del lenguaje.

La neurociencia ha demostrado que la práctica sistemática de la música desarrolla las áreas cerebrales encargadas del lenguaje y favorece la eficiencia y la automatización de los aprendizajes.


En segundo término, la música también se hace presente en la competencia matemática porque en la música y en la canción se trabaja siempre con intervalos que son la distancia entre dos notas musicales medidas cuantitativamente, de ahí que su expresión aritmética es una proposición simple. Por eso, en la música también se habla del lenguaje matemático que representa, por ejemplo, una segunda mayor, una cuarta justa, una sexta menor, una octava, etc.



En tercer término, se demuestra que la música fortalece el conocimiento y la interacción con el mundo físico, porque mediante la música y la canción nos relacionamos con otras culturas y de esta forma accedemos al conocimiento mediante esta relación y contacto con el mundo.



En cuarto término, la música estimula la competencia de la información y la competencia digital, toda vez que a través del mundo digital se dan a conocer y se promueven las composiciones reconociendo el mundo y sus tradiciones.


En quinto término, la música juega un papel importante en la competencia social y ciudadana, pues se constituye en la expresión que un pueblo necesita para manifestar su identidad, es decir, para existir en medio de la diversidad de costumbres. La música sensibiliza y despierta valores que son imprescindibles dentro del concepto de buen ciudadano.

En sexto termino, la música y la canción favorece la competencia cultural y artística, siendo justamente la que más se desarrolla,  porque de hecho, la música es considerada como una de las manifestaciones artísticas y culturales de la humanidad. Con la música y la canción se estimula, se sensibiliza y se fomenta la creatividad y el talento de los niños desde sus primeros años de formación, además de fortalecer la inspiración de sus gentes.



En séptimo término, la música ha logrado demostrar que es una excelente ayuda pedagógica que la convierte en una estrategia efectiva para desarrollar la competencia del aprendizaje, pues ha quedado muy bien demostrado que escuchando se aprende y que componiendo también se aprende. En el caso de la composición se desarrolla el proceso cognitivo que hace que tengamos personas autónomas y capaces no solo de proponer sino de resolver problemáticas de su entorno.



Y finalmente, la música está presente en el desarrollo de la competencia de iniciativa personal, porque ayuda a  los niños para que desde la primera etapa de su crecimiento vayan perdiendo el temor a actuar en público y de relacionarse con sus demás compañeros.  Es así como ellos, a través de la manifestación musical, logran salir de ese mundo de indecisión para ser más activos, convirtiéndolos en seres más independientes para resolver su propia problemática y para ser auténticos líderes con iniciativa propia.